Los veteranos del speed metal Flotsam & Jetsam editan “I Am the Weapon”, un álbum que contiene el poder de sus primeros días.
Por Simón F Carrillo
Los descubrí simultáneamente con Anthrax, pero asocio a los dos más que a cualquier otro dúo de thrash. Probablemente también sea porque AK tiene una voz potente similar a la de Joey Belladonna. Dicho esto, Jetsam siempre ha conservado su toque único: en un segundo están tocando un riff de thrash y en otro, se están desmayando con una balada de power metal. Es un estilo que les ha ido bien durante años. Después de un buen comienzo de carrera, la banda tuvo algunos problemas a finales de los 90 y principios de los 2000, lo que hizo que los fans cuestionaran su éxito a pesar de su prolífica producción de álbumes desde su creación en 1984. Pero estos chicos de Arizona han comenzado una vez más, lanzando bombas desde su estelar lanzamiento homónimo en 2016. Este resurgimiento ha traído de vuelta esa espontaneidad de antaño, lo que hace que sea cada vez más fácil para mí redescubrirlos. Han pasado casi 40 años desde que Flotsam and Jetsam, formada en Phoenix, Arizona, lanzó su debut histórico, “Doomsday For The Deceiver”. El bajista Jason Newsted se iría a Metallica mientras la banda lanzaba “No Place For Disgrace” en 1988. En 1995 “Drift”, 1997 “High” y “My God” en 2001. Todos ocupan un lugar destacado en los círculos del heavy metal. Cuarenta años es un tiempo considerable para que un grupo continúe, y claramente esto no ha sido sin cambios en la formación. De hecho, el único miembro original de Flotsam and Jetsam es el cantante Eric “AK” Knutson. A veces es difícil para los grupos avanzar cuando un cantante cambia; sin embargo, los cambios en la formación de la banda también plantean sus propios desafíos.
Considerada la banda de metal más subestimada del planeta, las leyendas del thrash de Arizona Flotsam and Jetsam están listas para dominar el mundo una vez más con su decimoquinto álbum de estudio “I Am The Weapon”, del sello discográfico AFM Records. El álbum abre con “A New Kind of Hero”, que tiene un impulso thrash increíble, enfatizado por un bajo retumbante y un trabajo de batería intenso. Aunque la voz de AK es animada como siempre, siempre que pueda ignorar la línea “Superman is gone”, puedo disfrutar de este gran inicio a lo Anthrax. Otras pistas estelares son las consecutivas “Burned My Bridges” y “The Head of the Snake”. La primera tiene una buena cantidad de melodía que impulsa los riffs constantes. También tiene un buen toque de carácter de power metal y un coro memorable que se eleva hacia territorios tipo Dio. “The Head of the Snake”, por otro lado, tiene un riff rudo y contundente reforzado por el enfoque vocal áspero. Cuando suena el estribillo, su naturaleza melódica toma posesión hasta su punto de quiebre antes de que tu cabeza vuelva al ritmo. Igualmente agresivas, pero con otros trucos, “Cold Steel Lights” y “Running Through the Fire” se adentran más en las áreas melódicas y baladistas de su sonido. Después de abrir con un riff de guitarra increíblemente rápido. Un par de temas no tan fuertes como otros son “Primal” y el que cierra, “Black Wings”. El primero no es nada especial, actúa como relleno entre el tema de apertura y el tema principal. El que cierra no es una buena canción y es una forma tonta de terminar el disco. Con un carácter oscuro y atmosférico, avanza con dificultad, incluso presenta algunos segmentos casi de palabras habladas que caen de bruces. Para estos oídos, el contundente “Kings of the Underworld” habría sido una gran manera de terminar el álbum. Pero, ¿qué sé yo? De todos modos, “I Am the Weapon” continúa el renacimiento estelar de la banda, esforzándose por seguir aportando memorabilidad en la entrega consistente del álbum.
Aunque estos caballeros han estado en el negocio por tanto tiempo, su nuevo trabajo discográfico es divertido de escuchar una vez más. Si has estado siguiendo a Flotsam en la última década, encontrarás mucho para disfrutar. En resumen, “I Am The Weapon” sigue perfectamente los pasos de sus predecesores “The End Of Chaos” y “Blood In The Water”, completando una sólida trilogía de lanzamientos de la banda.